El Callejón del Gato.

Hay una calle por el centro de Madrid, cerca de la Plaza Jacinto Benavente, en la que hay unos espejos cóncavos y convexos que nos deforman la figura cuando nos miramos al pasar por allí, ¡¡ya sabéis..¡¡, esas que te hacen gordo, o muy delgado, alto o rechonchete, jejeje. ¡¡En plena calle¡¡

En la obra "Luces de Bohemia" de D. Ramón María del Valle Inclán, escrita en 1920 hay una conversación entre dos de sus personajes (Max Estrella y D. Latino) en la que hablan de esta calle y de los espejos que deforman y desfiguran las imágenes. 


La calle en cuestión se llama "Alvarez Gato", pero todo el mundo la conoce como El Callejón del Gato. Fue elegido este lugar por Valle Inclán para representar "el esperpento", por cómo se distorsionan las imágenes al reflejarse nuestras figuras al pasar.... Únicamente por la visión deformada de la realidad que nos mostraban los espejos, era posible comprender la realidad política de la España de aquel momento. ¡¡Ahora no se entiende ni con espejos¡¡.

Estos espejos hasta hace apenas unos años eran los originales, pero los cambiaron por seguridad..., porque el vandalismo y las malas personas destruyen el arte y corrompen la ciudad. Los originales están en el interior del bar LAS BRAVAS con una reseña y mostrándolos todos rotos por el salvaje trato que recibieron dichos espejos. "Es un homenaje a la sin razón".


En este bar es dónde la salsa de las patatas bravas tiene la patente, la original, y esa salsa está para morirse del gusto con unas cervezas, también la ponen por encima de unas tortillas de patatas pequeñitas y ummmmmmm. Ahora ese local está reformado y modernizado pero yo conocí el  antiguo, ¡el de verdad!. De todas formas recomiendo pasar por allí y echar un vistazo, y desde luego probar ese manjar al grito de la comanda del camarero : ¡¡¡¡UNA DE BRAVAS....., MAAAAARCHANDO!!!. Jajaja, que aproveche.