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martes, 10 de febrero de 2015

VISITA G, CASA 11. ¡Organizando Madrid!. (Fotos propias).



Hace unos días os contaba lo que fue en Madrid la Regalía de Aposento (una ordenanza impuesta por el Rey Felipe II) cuando la ciudad se convirtió en capital de España, allá en 1561.

Ver la entrada si queréis ampliar la información  :
http://descubriendotuciudad.blogspot.com.es/2015/02/la-regalia-de-aposento-y-casas-la.html

La ley especificaba que todo aquel que tuviera una casa de más de una planta, debía ceder las superiores a los servidores y funcionarios estatales que llegaban de Toledo, (ya que la ciudad no estaba preparada ni tenía viviendas disponibles para acoger a tantas personas). Hubo gente que por posibilidad económica pagaba un dinero, una cuota y así se libraba de meter en su casa a algún funcionario del estado, pero la gran mayoría se las ingeniaba para burlar a los inspectores y recaudadores de impuestos.

Al tener que absorber Madrid a tanta gente en poco tiempo, crecer su demografía exponencialmente y sin control, surgieron algunos problemas en cuanto a la disposición de calles, casas y en definitiva a su Planimetría General.

Los recaudadores de este impuesto y el consiguiente fraude a la Hacienda Pública estaban a la orden del día (¡¡vemos que las cosas no han cambiado tanto¡¡, jeje), en este caso era porque no sabían qué casas tenían que visitar para recaudar los impuestos obligatorios, ni dónde estaban ubicadas concretamente..., ¡¡a parte de la picaresca y burla para NO efectuar dichos pagos!!. Por lo tanto no existía ningún registro, ni control. ¡¡¡Madrid era un auténtico caos!!!.

Fijaros cuando estéis por el Barrio de las Letras, o en el Madrid de Los Austrias, y veréis en casi todas las calles una baldosa cuadrada y de color azul, o negro al lado del nombre de la calle actual. En la que VISITA G, se refiere a la Visita General de la Regalía de Aposento y el NÚMERO, al número de la manzana o casa, según corresponda.




Y es que ya en el s. XVIII a algún funcionario se le ocurrió clasificar y enumerar las manzanas y casas de las calles por números, y así empezar a tener una especie de "catastro" para controlar esta situación, pues era mucho el dinero defraudado. Y así en la actualidad existen y podemos ver por las calles del Viejo Madrid las baldosas con el número de manzana o casa (según corresponda) que así lo atestiguan. Este control no fue demasiado efectivo en cuanto a organización, pero ahí se empezaba a planificar Madrid como una ciudad algo más ordenada.






Son muchas las calles del Centro de Madrid que conservan aun estas antiguas baldosas del s. XVIII y que conviven con las actuales placas de los nombres de las calles de la capital.







Más adelante se organizaron las cosas de otra manera y se nombraron las calles con personajes de renombre, (del mundo de la política, de la literatura, hechos históricos, etc...), y los números de los portales de las calles siempre de manera que el número 1 estuviese lo más cercano a la Puerta del Sol, (que es el Kilómetro 0, y localización geográfica desde la que se miden las distancias). Y en cuanto a la secuencia de números : los pares a la izquierda y los impares a la derecha. Esta organización se la debemos al corregidor Marqués Viudo de Pontejos que fue quién ideó este nuevo sistema y que se implantó desde 1835... ¡¡¡y que continúa hasta nuestros días!!!.



Esta baldosa (que señala en Kilómetro 0), se encuentra en el suelo de la Puerta del Sol de Madrid (al lado de la Casa de Correos, o casa del Reloj) y es un punto de encuentro junto con la estatua del Oso y el Madroño, (símbolos e iconos de la ciudad).

NOTA : Ahora los recaudadores de impuestos lo tienen mucho más fácil para localizarnos ¡¡a todos!!...., a todos, ¿no?, jajaja.


domingo, 8 de febrero de 2015

La Regalía de Aposento y Casas a la Malicia (Fotos propias).



En esta ocasión y como casi siempre en este blog, la publicación tiene su protagonismo en el pueblo y la ciudad de Madrid. Me gustaría contaros qué es eso de La Regalía de Aposento. ¡¡Pues bien...!!, consistía en la obligación de ceder la mitad de tu propia vivienda para alojar a funcionarios Reales durante su estancia en la capital. 

Este concepto fue de origen medieval, pero vuelve a surgir y se impone cuando en 1561 el rey Felipe II decide trasladar la corte desde Toledo (Ciudad Imperial) a Madrid. A causa del inminente aumento demográfico que se avecinaba, decide imponer la Regalía de Aposento, (ya que no estaba preparada la ciudad para tal acontecimiento y en aquel entonces Madrid era un pueblo). Había que dar alojamiento a una nueva y gran población en muy poco tiempo.., embajadores, guardias, secretarios, incluso ¡¡sacerdotes!!..., a parte de nuevos comerciantes, oficios, familias enteras, escuelas... ¡¡En fin, un verdadero caos que duró hasta el s. XVIII!!.

La ley especificaba que todo aquel que tuviera una casa de más de una planta, debía ceder las superiores a los servidores estatales.

Como es lógico a nadie le gustaba ceder parte de su casa y convivir con un desconocido por obligación Real, y aquí resurge la picaresca madrileña para evitar que la casa de uno se convirtiera en un hotel "gratuito" para los funcionarios reales y empleados varios del estado.

A partir de entonces muchos madrileños construyeron sus casas de una sola planta, pero otros decidieron "burlar" la ordenanza y a los alguaciles reales, ("hay cosas que no cambiarán nunca", jajaja¡¡) y es aquí donde aparecen las llamadas Casas a la Malicia, que en realidad eran viviendas de dos pisos pero que desde el exterior parecían sólo uno.

Los madrileños se pusieron manos a la obra y utilizaron varios trucos para pasar desapercibidos como posibles candidatos a que sus casas entraran a formar parte de la Regalía de Aposento..., uno de ellos era colocar las ventanas de una forma desordenada, de una forma caótica para que no se notase dónde empezaba una planta y terminaba otra.


Esta casa está al lado del Convento de las Trinitarias, donde se supone que está enterrado D. Miguel de Cervantes, y están haciendo actualmente (en 2015) estudios para verificar si los restos encontrados en la cripta corresponden a él, o no.

¡¡Pero vayamos al tema..... Fijaros en la pequeña ventana que hay encima de la puerta verde y debajo de uno de los balcones, está colocada estratégicamente para despistar las dos alturas!!.



Otro truco era construir un sótano bajo la planta que daba a la calle, para que no se pudiera sospechar desde fuera que en realidad existían dos plantas.

O construir buhardillas con mucha pendiente, ya que era un espacio que la Regalía de Aposento no consideraba como "otra planta" .

Ventanas grandes al lado de otras más pequeñas, desordenadas y sin ningún criterio aparente no eran un fallo en la construcción, sino que estaban dispuestas así de una manera totalmente estratégica y consciente para librarse de esta ley de obligado cumplimiento.



Aunque son ya muy pocas, existe alguna de estas casas medievales por el Madrid de los Austrias, por el Barrio de la Morería, o en el de Las Letras y es muy gratificante encontrarlas, pues se identifican bastante bien.

Esta en concreto está en la calle Lope de Vega nº 18, en pleno Barrio de las Letras.


Esta otra casa de la izquierda está en la calle del Rollo, donde la distribución de las ventanas también es muy extraña. (No sé si las podéis apreciar bien).



Me gustaría que os fijaseis en este azulejo o baldosa azul que hay al lado de la ventana porque en mi próxima entrada os hablaré de ellos. Son del s. XVIII y están relacionados con la entrada de hoy. ¡¡Seguro que muchos ya los habéis visto!!.

VISITA G. 
CASA 
Nº 11.

Os dejo aquí la dirección de esa segunda entrada :




Hasta entonces....., si algun@ tenéis oportunidad de ir por estas calles del viejo Madrid y os encontráis con alguna de estas casas a la malicia, aprovechar y disfrutarlas porque son un pedacito de historia de esta ciudad.